Aquella tarde comenzaba a nublarse, el cielo en gris se tornaba; gotas disipaban una lluvia. Dos personas se encontraban platicando en una cafeteria, ubicada en el centro de la ciudad de Argentina.
-Fernanda- ¿Acaso no entiendes mi dolor?
-Matías- Bueno..... ¿me crees un estupido?
-Fernanda- ¿Cómo puedes pensar eso de mi?
-Matías- Dame a entender otra cosa entonces
-Fernanda- Entiende que esto que paso no es algo fácil, es algo que estará en mi cabeza
-Matías- Fue así, por que así tu lo quisiste
-Fernanda- Gracias a él ya nada tiene sentido
-Matías- Héctor.....
Fernanda tomó su taza de cafe y bebió un poco.
-Fernanda- Inombrablemente Héctor
-Matías- Jamás pensé que pudiera ser capaz de hacer eso
-Fernanda- Kilos..... los odio
-Matías- Los kilos siempre van a existir; es algo que no podemos evitar
-Fernanda- Mejor cambiemos de tema ¿si?, ya no quiero seguir hablando sobre eso
-Matías- No puedes ocultar las cosas y hacer como si nada hubiera pasado
-Fernanda-Oh!, te pido por favor que ya no te metas en esto, lo único que quiero es olvidar, irme lejos a un lugar en donde no este mas
-Matías-Poco a poco lo vas a ir olvidando, no necesitas irte
-Fernanda-¿Qué es lo que tengo que hacer para ya no sentir esto?...... dime
-Matías-¿Rosa sabe todo esto?
-Fernanda-Sí, es algo que no podía ocultarle
-Matías-Tenía derecho a saberlo
-Fernanda- Ultimamente andaba mucho tiempo con él
-Matías-¿Ves que yo tenía razón?
-Fernanda- Willy me dijo que alguna vez los vió junto
-Matías-Ximena también los vió en una ocasión
-Fernanda- Ya no se que voy hacer con todo esto, quizás tengas razón en que irme a vivir a otra lugar no es la mejor solución, pero necesito unos días para pensar
-Matías-Zacatecas; tengo una cabaña ahí en la que te puedes quedar el tiempo que necesites, sin que nadie te pueda molestar
Continuara.....
Julieta Teáhulos
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