Amnesia: ¡he olvidado de donde vienes!

Y de alguna manera entender que mis manos no solo tiemblan de frío, ni de vejez, que solo por un motivo, tocan y sienten más de lo que podría ser. 


Imaginan, blasfeman y pecan sin control, ¿es tan inútil compararlo con palabras?, porque lo es, porque de alguna manera inofensiva, tienen tanta vida y  corrompen más allá de la mente y se dejan controlar por el corazón. 

Cohabitan conmigo, son la dirección, la perdición de mis sentidos, tal vez por simplicidad seria vano recordarlo, porque simplemente son y no hay más.

 ollıɹɹɐɔ ɐpuɐuɹǝɟ